La bruja

Un estudio sobre el concepto coloquial e histórico de una superstición y creencias de la época que trasciende a través de los tiempos. Durante mil años el único médico del pueblo fue la bruja. Los emperadores, los reyes, los papas, los más ricos barones tenían algunos doctores de Salerno, moros o judíos, pero las masas de todo Estado, podemos decir todo el mundo, no consultaban más que a la Saga, o comadrona. Si no curaba, la injuriaban y la llamaban bruja. Pero generalmente por un respeto mezclado de temor se la nombraba Dama buena o Bella dama (bella donna), el mismo nombre que se daba a las hadas. En el largo camino de mi Historia, en los treinta años que le he consagrado, esta horrible literatura de la brujería ha pasado y repasado frecuentemente por mis manos. También he agotado los manuales de la Inquisición, las necedades de los dominicos. (Látigos, Martillos, Hormigueros, Fustigaciones, Linternas, etcétera) son los títulos de sus libros. Después he leído las historias, de los parlamentarios, de los jueces laicos que sucedieron a estos monjes a quienes despreciaban, sin ser por ello menos idiotas.

La bruja

Un estudio sobre el concepto coloquial e histórico de una superstición y creencias de la época que trasciende a través de los tiempos. Durante mil años el único médico del pueblo fue la bruja. Los emperadores, los reyes, los papas, los más ricos barones tenían algunos doctores de Salerno, moros o judíos, pero las masas de todo Estado, podemos decir todo el mundo, no consultaban más que a la Saga, o comadrona. Si no curaba, la injuriaban y la llamaban bruja. Pero generalmente por un respeto mezclado de temor se la nombraba Dama buena o Bella dama (bella donna), el mismo nombre que se daba a las hadas. En el largo camino de mi Historia, en los treinta años que le he consagrado, esta horrible literatura de la brujería ha pasado y repasado frecuentemente por mis manos. También he agotado los manuales de la Inquisición, las necedades de los dominicos. (Látigos, Martillos, Hormigueros, Fustigaciones, Linternas, etcétera) son los títulos de sus libros. Después he leído las historias, de los parlamentarios, de los jueces laicos que sucedieron a estos monjes a quienes despreciaban, sin ser por ello menos idiotas.

Precio:

Autora

Jules Michelet

Género

Ensayo

Versión

Íntegra

Colección

Matiri

Núm. de págs.

304 páginas

Dimensiones

13.5 x 21 cm

ISBN

978-607-14-4158-4