Este libro se basa en las anotaciones de un diario que empecé en Alemania, continué en el sur y terminé en Islandia. Se me permitió completarlas, porque la experiencia del sol de medianoche me había abierto una sección esencial del círculo en el que mis pensamientos y aspiraciones se mueven legalmente.
Al igual que el artista que crea un mosaico debe amontonar primero las piedrecitas de los distintos colores, para sólo después insertarlas en la obra experimentada y esbozada en contornos, así también he actuado yo. Bajo diversos cielos y en tierras desiguales he obtenido presentimientos y percepciones.
Así, su conjunto dio lugar a la visión de este conjunto. Omitiendo, añadiendo o subrayando y, sobre todo, modificando, he dado forma a las páginas seleccionadas de mi diario de manera que la imagen que he visto en mi mente pueda ser vista, comprendida y amada por otros.
¡Que mi mano haya sido feliz!