Te encuentras en el centro de un universo muy inquieto y dispuesto a participar. Todo lo que encuentras forma parte de ti y tú formas parte de ello. Aunque a veces te sientas distante y extraño en un mundo vasto e impersonal, nunca estás tan solo como crees. Estés donde estés y hagas lo que hagas, estás siendo guiado y conducido. Una presencia espiritual divina, amorosa y sabia te vigila y cuida de ti. Una de las formas en que el reino espiritual trata de guiarte, consolarte e inspirarte es enviándote señales, mensajes y sincronicidades. ¿Alguna vez has encontrado monedas o plumas en tu camino y te has preguntado si se trata de un mensaje de alguien o de algo? Cuando te enfrentas a una elección o decisión difícil, o durante una crisis personal, ¿alguna vez has pedido una señal o un mensaje que te guíe? Si te ocurre alguna de estas cosas, no estás solo.